Insolvencia para clientes empresariales
Insolvencia
Cómo funcionan los procedimientos de insolvencia
El procedimiento de insolvencia ordinario también finaliza tras tres años en libertad de deudas. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para una consulta gratuita y sin compromiso. El procedimiento de insolvencia ordinario es una opción prevista por el Código de Insolvencia para quedar libre de deudas en un plazo de tres años. Durante el procedimiento de insolvencia, el deudor conserva un subsidio mínimo de 1.340,00 euros al mes, del que puede disponer libremente. Este subsidio se incrementa en caso de obligaciones alimentarias como cónyuge y/o hijos. Si sus ingresos superan la cantidad exenta, la parte embargable se transfiere y beneficia a los acreedores.
Los procedimientos de insolvencia ordinarios se aplican a las personas jurídicas (por ejemplo, GmbH, UG, etc.), a los autónomos y a los antiguos autónomos. Sin embargo, en el caso de los antiguos autónomos, sólo si tienen 20 o más acreedores en el momento de presentar la solicitud de apertura del procedimiento de insolvencia o si existen créditos contra ellos derivados de relaciones laborales. Los créditos por relaciones laborales son las reclamaciones de sueldos y salarios de antiguos empleados, así como las reclamaciones de las autoridades fiscales, por ejemplo por el impuesto sobre la renta, y de las instituciones de la seguridad social. Antes de solicitar la declaración de insolvencia, debe comprobar cuidadosamente si desea continuar con su negocio o si desea interrumpir su actividad empresarial o autónoma. Si decide continuar con su negocio, el administrador concursal liberará normalmente su actividad por cuenta propia.
Si ha cumplido con sus obligaciones, recibirá la condonación de la deuda residual al cabo de tres años. Esto significa que a partir de este momento vuelve a estar libre de deudas y puede llevar una vida sin preocupaciones.